Profana altares: Chester Swann*.
¡ALZARON
UN FLORERO A LOS ALTARES!
Este anunciado (desde 2008) golpe de estado —esta vez sin golpear puertas de cuarteles por razones obvias—, ha repercutido mundialmente y de seguro tendrá consecuencias políticas y diplomáticas. Especialmente entre nuestros países vecinos y aliados comerciales que nos prestan salida al mar.
¡Hasta que, finalmente el desgastado partido liberal pudo acceder al poder… por otros medios ajenos a las urnas, como debía ser en nuestra coja democracia —represiva, que no representativa ni mucho menos— y los inquisidores lograron elevar al florero a los altares, tras burlar alevosamente a la voluntad ciudadana con el sainete farsesco del “juicio político”. Un juicio con “pruebas” amañadas que no resistieron los análisis de la brillante defensa de los abogados y cuya sentencia estaba cantada y bailada a priori, contra toda jurisprudencia civilizada.
La ciudadanía no ha de olvidar esta infamia que quedará marcada a fuego en nuestra historia, tal como el que destituyó brevemente a José Patricio Guggiari en 1931, tras la matanza de estudiantes frente al palacio… por las balas disparadas por el sargento Manuel W. Chávez —colorado, para más señas— que, salvo una pasantía en el frente quedó impune y ascendido a oficial de reserva por Stroessner.
Tras esta comedia ha quedado en claro quiénes son los enemigos de la democracia y la ciudadanía. Y entre éstos , sobresalen los medios de desinformación masiva, siempre proclives a hacer buenas pescas en río revuelto. Medios que, een lo sucesivo deberán ser ignorados y boicoteados por la aciudadanía inteligente. No sólo por ser enemigos de los pobres y humildes, sino por ser enemigos de La Verdad.
Pero no está todo perdido. El ciudadano Fernando Armindo Lugo Méndez, al truncarse su período constitucional con este perverso ardid… tiene derecho a presentarse como candidato en 2013, y espero que tenga el suficiente tino de llevar diputados y senadores al congreso, como para contrarrestar a los fatídicos entreguistas enquistados en la ultraderecha colorinche.
La ciudadanía —inteligente consciente aglutinada en organizaciones civiles, sindicales y campesinas— ha de acompañarlo de nuevo para forzar una nueva Constituyente y afianzar el interés general por encima de los intereses del mercado, hoy sacralizados por estos sátrapas del patio trasero.
Paraguayos: ¡República o muerte!