OPORTUNISMO
Como no soy ningún politólogo, a pesar de haber leído las mejores literaturas al respecto, no entiendo, nunca entendí y, parece que, moriré sin entender cual es la tendencia política de los gobernantes paraguayos.
En sus campañas proselitistas, son los más “socialistas”, en sus discursos son anarquistas (en la peor acepción de la palabra) y en los hechos demuestran ser demagogos.
En sus discursos, depende del día y la jornada, son los más demócratas, de repente amanecen con un totalitarismo crónico galopante que no esconden para nada, lo gritan a voz en cuello “Aquí mandamos nosotros y hacemos lo que queremos”. Les importa un bledo si han jurado defender la Constitución Nacional, están allí para “aprovechar la oportunidad de hacerse rico porque si no lo hace él vendrá otro y lo hará y él no va a ser ningún vyro”. Es por este problema psicosomático (virus que adquiere todo y cualquier poderoso de turno que se precie), que le tienen aversión a la libertad de prensa.
Que me perdonen los profesores de ciencias políticas, pero yo creo que para gobernar un País lo que se necesita es equilibrio y responsabilidad y para esto se pueden mezclar tendencias, sin ir a los extremos, es decir poner una buena dosis de Capitalismo y otra de socialismo, esto sería el equilibrio; ya la responsabilidad corre por cuenta de todos, pues la justicia social no solo habla de beneficios sino también de obligaciones, no vale reclamar derechos si no cumplimos con nuestras propias obligaciones, como puedo exigir educación, salud y seguridad si no pago los impuestos que corresponden.
Si hay un corrupto es porque hay un corruptor, muchas veces los corruptores somos el propio pueblo, una propinita aquí otra coima allí, para evitar una fila o una multa o cualquier cosa parecida hace que la industria de las “propinas” sea el mejor caldo de cultivo para una corrupción generalizada, el funcionario publico “ya espera una propinita” para “agilizar” un trámite, trámite éste que a lo mejor ya estaba pero que “alguien lo tranca” con el fin antes mencionado. A propósito de “tramite trancado”, los beneficios sociales de cada población (como agua, luz, escuela o puesto de salud) generalmente son trancados para luego ser “ejecutados” por algún “valiente dirigente” que buscara con ello “cautivar votos” para el próximo digitado.
Pagar una suma “X” y además prometer votar por quien sea para conseguir un Diploma Universitario, es otra practica bien común, total un “médico” que después va ha olvidar su cajetilla de cigarrillos en el estómago de algún paciente pobre no es problema, o un abogado que en vez de defender va a hundir mas a su cliente, tampoco es problema, quien va a ocuparse de ellos, que se vean, quien los manda ser vyros. Este tipo de corrupción solo crea un “pequeño problema”: el de llenar el País de analfabetos funcionales que mañana serán parlamentarios y redactaran leyes para el País. Así estamos.
De acuerdo a mi propio análisis creo que los políticos paraguayos han creado una nueva corriente política, con un ideario claro y visible (gritante hasta si se quiere), que merece figurar entre los mayores pensamientos y corrientes políticas del mundo, aprendamos a defender nuestros derechos de propiedad intelectual, al final nuestros GRANDES políticos han creado, décadas atrás, nada mas y nada menos que el OPORTUNISMO, corriente política que busca el enriquecimiento de sus partidarios al detentar el poder publico sea cual fuere el nivel (si es licito o ilícito ya es otra cuestión, al final aquí nadie se da cuenta de eso), condimentada con una fuerte dosis de Oligarquía Plutocrática-Cleptomaniaca, está hecha la fórmula para el desgobierno total y un rápido descalabro económico del País, en beneficio de unos pocos “privilegiados”, total si el País queda debiendo o sin fondos que se vea el próximo gobierno, él ya hizo lo suyo: enriqueció a sus “arrodillados”, se sintió “el Rey”, ya que él no pudo continuar, ahora le toca a otro de su mismo entorno, con eso él seguirá en la línea del poder, bebiendo de las mieles del buen vivir a costa del erario público.
Este es mi parecer, claro que puedo estar equivocado, pero a la luz de los hechos puedo no estar muy lejos de la realidad.
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