Las Radios Comunitarias en Paraguay, nucleadas en las organizaciones de radiodifusión Comunitarias siempre han llevado adelante la bandera de la libertad plena de expresión, las diferentes organizaciones que tienen la administración de una emisora se han visto atropellados en sus derechos desde que esta modalidad ha sido implantada en el País.
Confiscación de equipos, persecución a los comunicadores trabajadores de estos medios sea en forma verbal, física o económica, eran la constante en este área.
Hasta aquí nada nuevo, Comunica y Red de Radios Populares han tenido no pocos dolores de cabeza en las mesas de negociaciones con el ente regulador del espectro radioeléctrico del Paraguay.
Lo más absurdo de todas estas persecuciones fue la declaración de Nicanor Duarte Frutos, quien funge de Presidente del Paraguay, antes de las elecciones generales pasadas. Nicanor dijo que algunas Radios Comunitarias guardaban bombas y materiales bélicos en sus estudios. La mayor bomba que una Radio Comunitaria puede guardar en sus entrañas es la idea de libertad de sus comunicadores y comunicadoras; el mayor material bélico no es otra cosa que la palabra de rebeldía de sus ideas, que pueden causar una revolución en el pensamiento cívico de los ciudadanos y ciudadanas del Paraguay.
Políticos del oficialismo han usado las ondas de frecuencia modulada para denigrar, insultar y perseguir a cuantos ciudadanos no estén de acuerdo con sus ambiciones de poder y sacan a la luz sus actos de prepotencia. Sin embargo a éstos jamás se los persiguió, nunca se les confiscó un equipo, muy por el contrario, la CONATEL les ha regalado a algunos de ellos, algunos de estos equipos fueron fruto de secuestros violentos e injustos.
No es menos cierto que las organizaciones que nuclean a las emisoras comunitarias deben vigilar el actuar de sus emisoras asociadas, buscar que estas estén adecuadas a los principios que rigen a los estatutos de funcionamiento para depurar y encaminar la función de comunicación Social, de modo que tenga mayor peso moral en sus reivindicaciones. Lo que aqui cuestiono es que Nicanor Duarte Frutos, ha causado un gravísimo daño a la imagen del trabajo de la comunicación social en nuestro País, ¿Quien se hará responsable?
1 comentario:
muy buena esta lectura
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