Fuente: La Mira Digital
Los que le hicieron la agenda al Papa no quieren que se vea la realidad del país con pobres por todos lados, expresaron representantes populares y sacerdotes, en la contratapa del interés despertado por la ilustre visita.
Por afuera del masivo interés de la feligresía católica, la visita del Papa Francisco al Paraguay, programada para los próximos 10, 11 y 12 de julio, se presenta con síntomas de descontento por parte de sectores que alegan sentirse marginados de la apretada agenda papal.
Llamó la atención este jueves la reunión de prensa convocada por representantes populares, entre ellos sacerdotes, que criticaron la exclusión de campesinos, indígenas y pobres en los encuentros programados por el Sumo Pontífice.
“En este país no se habla de los pobres, se los tapa”, dijo el padre Pedro Velazco, conocido evangelizador de los bajos marginados de Asunción, quien estuvo acompañado del sacerdote Francisco Oliva, la hermana religiosa Margot Bremmer y el dirigente campesino Luis Aguayo.
Oliva, activista católico con profunda raigambre en las zonas de bañados, donde se concentran los pobres extremos de Asunción, dijo que el Papa es inteligente como salirse del protocolo que, según el grupo, está direccionado para excluir a sectores campesinos, indígenas y pobres urbanos.
En representación de la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas, el dirigente Luis Aguayo sumó su cuestionamiento expresando que la agenda del Papa fue digitada, “al más puro estilo stronista”, porque no se dio participación a los realmente excluidos y marginados de la sociedad.
“Evidentemente, quieren tapar el sol con dos dedos”, dijo, en referencia a que “quieren mantenernos escondidos, para mostrarles al Papa y a los millones de televidentes del mundo una situación distinta a la realidad del Paraguay, donde los pobres constituyen la tercera parte de la población total del país”.
Como una manera de subsanar la “exclusión” alegada, Aguayo dijo que las organizaciones campesinas preparan un manuscrito que le harán llegar a Francisco “de alguna manera”.
“Queremos que no se vaya de este país sin escuchar las dos campanas: la que le presentará el exclusivo grupo oficialista que pinta un país de maravillas, y la realidad contrastante de pobres repartidos por todas partes”, alegó.
En su momento, la organización encargada de confeccionar la agenda del Papa dio a conocer a la ciudadanía la intención de que sean escuchados todos los sectores interesados, inclusive los que están ajenos de la carrera contra la pobreza y la exclusión, pero que es imposible atender a todos, por lo cual se deberán establecer prioridades, que es lo que cuestionan los aludidos representantes populares, entre ellos evangelizadores como Oliva y Velazco, quienes alegan representatividad basada en la extensa y dura experiencia de lucha social.
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