La mujer que anoche mató a golpes a su hijo de tres años de edad aseguró no estar arrepentida por lo que hizo y justificó el crimen, en declaraciones ofrecidas a periodistas de diversos medios radiales de Asunción. Tras afirmar que "nadie va a entender" lo sucedido, la filicida confesa sostuvo que debió matar a su hijo porque este estaba poseído. (ABC, 09/09/09)
El copete de esta información asusta, pero más que asustar, nos debe poner a pensar. ¿Qué pasa por la mente de una persona poseída por el fanatismo religioso?
Luego debemos cuestionarnos si debemos condenarla, la pobre ya está condenada, además nuestro espíritu cristiano debe impulsarnos a tener compasión antes que condenar ¿Quiénes somos nosotros para condenar?
En este caso sería muy prudente que nos internemos en un humilde recogimiento y aprender a perdonar. Lo sé, la mujer mató un hijo de tres años y a golpes, es decir con ensañamiento, debe ser juzgada, debe ser punida, sí, estoy plenamente de acuerdo. Punida sí, condenada por nosotros no, creo que alguien debe ponerse a pensar en frio, investigar la vida de esa mujer, NADIE en su sano juicio haría nada parecido, lo que nos da la pauta de que esta persona está enferma y si está enferma hay que tratarla antes que condenarla. Es mi pensamiento.
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