Todavía no es posible determinar si la muerte de cinco nativos Mbyá Guaraní en Caazapá se debió a una intoxicación por agroquímicos, según el doctor Pablo Balmaceda, del Ministerio de Salud. En contrapartida, dijo que corroboró que en la zona no existen barreras que mitiguen los efectos de fumigaciones de las plantaciones de soja.
Lo que precede es un copete de la información insertada en una página de Ultima Hora, choca, duele y nos deja perplejos a quienes de alguna forma hemos tenido contacto directo con este tema.
Los médicos o enfermeras de los Centros de Salud del Interior del País, no están capacitadas para dar una atención adecuada. Cuando un agricultor va con esos síntomas la enfermera o el médico lo examinan, la sentencia es definitiva, “pene Kûrâ’yin mbaité” (están infestados de sarna), mas allá de la enfermedad en sí, la palabra Sarna en guaraní es insultante, casi tanto, si no peor, que la lepra. Claro que el diagnóstico es apenas visual, esa directiva ya está escrita, “Es lo que hay que decir…”.
Las consecuencias de esta intoxicación química: Venta de parcelas de cultivo y abandono del lugar. El día en que algún periodista haga una investigación en serio, verá este asustador resultado; en algunos casos el paciente muere y el médico da como causa de muerte otra cosa.
Por favor, y por amor a nuestra próxima generación, vamos a parar con esta impunidad. La ciudadanía tiene que reaccionar.
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