2.009, ¡Por fin te vas! no estoy enojado contigo, lo que pasa es que trajiste demasiado disturbio para mi querido Paraguay. Secuestro, asaltos a diestra y siniestra, muertes por encargo fueron tu marca registrada.
Me hubiera gustado pedirte que llevaras contigo a unos cuantos inservibles de mi País, como políticos cuya tarea principal es pelearse por cargos, buscando un juicio político sin argumento ni sentido, al solo efecto de volver al viejo “Status Quo”. Empresarios que antes se beneficiaban de licitaciones y ganancias “extras” sin pasar por más filtros que la de hacer parte de quienes “roban sin control al Estado paraguayo” ahora están pataleando porque ven que su “canilla libre” de enriquecimiento ilícito está secando, para peor algunos propietarios “irregulares” de tierras rurales están viendo la negra nube de la expropiación de sus “propiedades mal habidas” ceñirse sobre sus cabezas, amenazando quitarles las propiedades que ellos están USURPANDO desde hace décadas.
Te vas 2.009, y debo decir con justicia de que también me estas dejando buenas cosas, como una prensa que, finalmente, se está tornando un poco más racional, al menos comenzó a ver lo obvio que antes negaba llevado por la marea de los inconformados por el cambio que realmente se está dando en el país y que muchos se niegan a ver porque la virada hacia el socialismo es más que un hecho.
Como dirían los finos de la sociedad, “la cereza en la torta” es la gratuidad de la salud pública, inédito en nuestro querido Paraguay, más la asistencia económica para los más pobres que hizo que haya dinero circulante en los pequeños poblados, con lo que el comercio también tuvo un mejor desenvolvimiento, la pena es que aun hay una fuerte evasión fiscal, aun hay gente que no entiende que un país que no recauda no puede ser “presente” en las cuestiones del Estado, o sea que no puede actuar en las áreas de Educación, Salud y Seguridad.
Por fin estoy esperando que el 2.010 llegue pronto, cargado de esperanzas, esperanzas de un año donde nos aproximemos más, un año en la que nos comprometamos más con todo aquello que hace a nuestra ciudadanía, es decir, responsabilidad civil, fiscal y moral que ayude al país a despegar en serio.
Espero que el 2.010 sea un año en la que los políticos corruptos sean banidos de la administración de un país que necesita de transparencia y unidad para trabajar en equipo. Que el amor al país ya no sea un mero discurso populista que busca votos, cegando posibles electores. Un año en la que los parlamentarios dejen de trabar proyectos sociales con el único objetivo de hacer que Fernando Lugo fracase en su intento de llevar al país camino a la justicia social, que para ellos no era más que discurso.
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