Los medios de comunicación nos bombardean a diario con noticias de que los Estados Unidos critican a determinados países su falta de lucha contra el narcotráfico, días después se leerá de que Estados Unidos “envió a agentes especiales para colaborar en la lucha contra el tráfico de drogas”
Si Estados Unidos realmente quisiera exterminar el tráfico de drogas en América, les resultaría de lo más fácil y barato. Por ejemplo en Paraguay, colocando radares en las zonas “vulnerables” captarían todos los vuelos clandestinos y, con la tecnología del GPS, detectarían cualquier pista clandestina, esté donde esté. Además de que con los mapas satelitales, saben perfectamente cuánto y dónde hay plantaciones de esto o aquello.
A la legua se nota que nos engañan; a los EE. UU., no les conviene que termine el tráfico, si no ¿con qué excusa van a entrar “en misiones militares” o colocar “sus bases militares” en los otros países de su interés?
Las supuestas “colaboraciones militares” significan un importante aumento en el presupuesto del ejército americano, ese presupuesto está dirigido a la compra de armamentos, la venta de estos armamentos está a cargo de grandes políticos norteamericanos, algunos incluso ex presidentes de la República.
Mientras los afganos traficaban drogas para comprarles armas a los americanos y pelear contra sus vecinos, Estados Unidos no decía nada, ahora que usan el mismo tráfico pero para solventar la lucha contra los americanos, resulta que sí son delincuentes a quienes hay que eliminar.
Las guerras y el tráfico de drogas mueven demasiados intereses, tanto políticos cuanto económicos, dicho sea de paso, ambos se soportan mutua, hipócrita y descaradamente, solo los que no quieren ver, no la ven.
Si Estados Unidos realmente quisiera exterminar el tráfico de drogas en América, les resultaría de lo más fácil y barato. Por ejemplo en Paraguay, colocando radares en las zonas “vulnerables” captarían todos los vuelos clandestinos y, con la tecnología del GPS, detectarían cualquier pista clandestina, esté donde esté. Además de que con los mapas satelitales, saben perfectamente cuánto y dónde hay plantaciones de esto o aquello.
A la legua se nota que nos engañan; a los EE. UU., no les conviene que termine el tráfico, si no ¿con qué excusa van a entrar “en misiones militares” o colocar “sus bases militares” en los otros países de su interés?
Las supuestas “colaboraciones militares” significan un importante aumento en el presupuesto del ejército americano, ese presupuesto está dirigido a la compra de armamentos, la venta de estos armamentos está a cargo de grandes políticos norteamericanos, algunos incluso ex presidentes de la República.
Mientras los afganos traficaban drogas para comprarles armas a los americanos y pelear contra sus vecinos, Estados Unidos no decía nada, ahora que usan el mismo tráfico pero para solventar la lucha contra los americanos, resulta que sí son delincuentes a quienes hay que eliminar.
Las guerras y el tráfico de drogas mueven demasiados intereses, tanto políticos cuanto económicos, dicho sea de paso, ambos se soportan mutua, hipócrita y descaradamente, solo los que no quieren ver, no la ven.
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