“Legisladores no quieren aprobar creación de Servicio de Inteligencia por temor a que sea utilizado como “pyragüereato” (seguimiento y delación)”. Nota Última Hora 5/07/2010
Tremenda estupidez por parte de estos seudo legisladores, primero porque la modalidad del “pyragüereato” nos viene de la época de la guerra de la triple alianza y lo utilizaba López para saber quiénes no estaban de acuerdo con él, en la época de Stroessner fue factor determinante para mandar matar o desaparecer a todos cuantos no comulgaban con él. Es evidente que esa práctica es perversa y no estaré de acuerdo con ella nunca, sin embargo un Servicio de Inteligencia no tiene nada que ver con eso, la seguridad nacional así lo exige, además ese es un servicio utilizado en casi todos los países y gracias a ella se descubren hechos que van de contramano a la buena marcha del país, como la corrupción en los altos mandos de los poderes del Estado.
Ese es el punto, los legisladores lo que temen es que sean descubiertos en sus tráficos de influencia y en sus negociados personales. Por el mismo motivo por el cual no aprueban el IRP, en ese caso temen que se descubran sus negocios sucios.
Nuestro país nunca podrá ir adelante mientras los partidos políticos no sean guiados por sus cartas fundacionales y sus estatutos; lastimosamente para el Paraguay, los políticos usan la estructura del Partido al solo efecto de entrar a la arena política, acceder al poder, hacerse rico de la noche a la mañana y quedar impune por el resto de su vida para disfrutar de los bienes mal habidos adquiridos a lo largo de su “meteórica carrera en el poder”
Urge que haya un colegiado que vigile a los miembros de cada partido en su actuar dentro de la arena política, el problema es que también se necesitaría de otro colegiado que vigile a aquél colegiado y asi consecutivamente.
Lo que falta en serio en nuestro país es ética, seriedad y responsabilidad en el desempeño de la función pública y política, mientras eso no exista siempre estaremos en la pobreza absoluta, nunca saldremos de este mal endémico llamado corrupción.
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