Puede que el título de este comentario suene mal, pero es la verdad y, para peor, le doy toda la razón a mi esposa.
De lo primero que me acusa es por no haberle dicho que la burocracia europea es exageradamente estricta y que el sistema está diseñada para que cada paso dado sea en el tiempo que la misma determina, no vale la pena “patalear” para ver si se consigue algo antes de lo que ellos tienen previsto: LA HORA ES LA HORA, ANTES DE LA HORA NO ES LA HORA Y DESPUES DE LA HORA TAMPOCO ES LA HORA, ésa es la ley y no hay vueltas que dar.
Lo malo es que ser REFUGIADO no es una cuestión de elección, es la necesidad de estar en seguridad, ser MIGRANTE es una decisión personal en la que, incluso, se puede elegir el país de destino considerando el idioma y las facilidades, en cierta medida, que ofrece el país al cual se emigra.
Mi esposa me acusa de haber sido un irresponsable y un terco al no haberle hecho caso al pedirme que me calle, que no revele nada de lo que había descubierto sobre la narco ganadería en Yby Yaú; para empeorar me acusa de haberla engañado al no contarle las penurias que pasaría para tener un techo aquí.
El golpe de verse en la calle con sus hijos menores fue demasiado dura para ella y los chicos, para mí no fue menos, jamás podría haberme imaginado que pasaría por un trance como este, haberlo sabido no hubiera aceptado el reagrupamiento familiar.
Es imposible imaginarse una situación como esta en un país donde los Derechos Humanos son prioridad, donde la Fraternidad, Igualdad y la Libertad son los valores de la República y están escritos en todas las fachadas de las instituciones públicas del país.
Quien solicite una ayuda para ser “albergado” debe pasar por una serie de humillaciones, desde el “para qué has decidido traer a tu familia si no tenías las condiciones” hasta el tener que quedarse durmiendo en la calle, así sea una noche, para que “se den cuenta de que realmente tu situación es grave” la solicitud no se hace frente a frente con el funcionario, sino por teléfono y esperar, como mínimo, una hora para que logres “entrar” en el sistema.
Peor fue el tener que rogarle a los patrones para que den el permiso para hacer los trámites, para ellos el trabajo es lo primero, luego la familia “sin dinero no se cuida de la familia” son palabras textuales al negarte el permiso.
Bien, no quiero alargarme sobre este comentario-desahogo, simplemente quiero decir que pienso que este es el castigo que el sistema implanta a quienes, siendo pobres y sin diplomas, hacen denuncias contra los poderosos. Escaparás de la muerte o de otro tipo de amenazas pero de la humillación no escaparás.
1 comentario:
Caramba Galeano estas despertando antes que desahogandote, nosotros nos sentimos culpables por haber sido mas solidarios que las autoridades del pais de acogida, y tambien de haber impedido que tu familia no fuera a parar en la calle desde el mismo dia del arribo. Que humillacion eh!
Gracias por haber pasado por nuestras vidas.
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