La sociedad actual vive a las prisas. No se puede perder tiempo, cada segundo es precioso. En este tren de cosas olvidamos ciertas cosas, o talvez no las olvidamos lo que pasa es que el tiempo nos la exige.
Madres que dejan sus hijos con niñeras, éstas no son sus madres por tanto no les importa mucho si ésto o aquello es bueno o malo para el niño ella lo debe cuidar, que no llore, cambiarle la ropa, en fin, nada más que eso.
Papá casi nunca está en casa, cuando llega esta demasiado cansado como para aguantar lamentos o preguntas de los niños, le dice que le va a comprar su próximo video juego nuevo (nunca analiza si esos video juegos ayudan realmente al niño en su crecimiento), le da un buen dinero, si puede, para sus “gastos” (supuestamente así aprende a administrar su propio dinero).
Así crecen nuestros hijos, los hijos de los pobres, en muchos casos ya tiene otro problema más grave, el no poder comprarse lo que sus compañeritos de clase tienen, ni siquiera los lápices de colores o las mochilas son iguales, él quiere aquel que tiene rueda y luces, cuando sus padres (o su madre que hace de padre y madre) le dice que no puede él ya comienza a no obedecer mucho a sus padres, comienza a mentir y buscar los medios de tener, aunque sea a escondidas lo que consigue mintiendo o peor aun robando o prostituyéndose y así va creciendo.
Luego viene la edad el pavo, esa edad en la que se cree que nadie nos entiende, esa edad en la que nos creemos mucho más vivo que los demás sin pensar que los demás también piensan que nosotros somos más tontos que él.
Luego vienen los primeros “contactos” con el sexo opuesto, aquí ya se plantean muchos problemas, para el varón “llevar a la cama” a una chica es un trofeo que hay que mostrar y con orgullo, para eso se cuenta a todo el mundo cuando, como dónde y quien fue la chica y si ella queda embarazada “que se joda”, “quien le mando no cuidarse”. Entre las chicas hay siempre un grupito que presiona: “que burra que sos”, “no seas anticuada”, “eso de la virginidad nio es cosa del pasado ya” “Demasiado churro es, dale si que lo que te pide”, son algunos de los argumentos que esgrimen para decir a la compañera que tener relaciones sexuales sin que haya una cierta responsabilidad es lo más normal del mundo.
Luego vienen las “pequeñas fiestitas” regadas a cerveza, en algunos casos a escondidas de los padres, en otros casos a sabiendas de éstos, y así van creciendo, los padres no caen en la cuenta del error que cometen hasta que le llaman de la comisaria porque le encontraron a su hijo a bordo de un vehículo que ha protagonizado un accidente y ha dejado herido, sino muerto, a uno o más personas, en algunos casos él fue a parar al hospital. Ahí viene el famoso sermón del “porque me haces esto”, “yo te doy toda la libertad”, y “todo lo que me pedís”. Aquí están las palabras claves de la cuestión, LOS PADRES LES DAN TODO A SUS HIJOS, A CAMBIO DE QUE NO LOS MOLESTEN EN SUS HORAS DE DESCANZO. Pero no prestan atención de adonde van, con quien se relacionan, que hacen, a que horas vuelven, si son responsables en sus tareas, en fin. Y así van creciendo.
1 comentario:
mucho bom...
los jovens estas necessitados de informacion consiente..
- saludos
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