Un mafioso no es un narcotraficante ni un asesino, ¿Les parece absurdo mi pensamiento? Esperen que les explique y verán que tengo razón.
El verdadero mafioso no tiene contacto con la “mercadería”, el mafioso se encarga de “tejer la red protectora” del negocio y “cobra su parte de la torta”
El verdadero perfil del mafioso es el de un tipo cobarde, frío y calculista, aparte de egocéntrico y prepotente; cobarde al punto de que nunca se involucra directamente en los crímenes, sean de ajustes de cuentas o quemas de archivos; tan frio como para pensar rápidamente como salir de un apuro extremadamente calculista como para diseñar puntillosamente la ingeniería comercial del tráfico que deberá ser ejecutado por los “vendedores o distribuidores”; egocéntrico lo suficiente como para “superar” al dueño de la mercadería” que está pensando comprar y conseguir que sus “subordinados” no puedan actuar sin sus “consejos”, finalmente, la condición “sine qua non”, para mantener “firme el negocio” debe ser prepotente de modo que NADIE se atreva a discutir sus decisiones, así éstas sean las más absurdas. Sobre todo debe ser frio y calculista de modo que tenga en sus manos el mayor material de acusación contra cualquier político de peso a quien “debe someter” en bien del negocio, de esa forma lo chantajea, “le premia” de dos formas al político, con su silencio y con una fuerte “remuneración” que a su vez resulta en otro elemento “incriminador” contra el político en cuestión, por vía de las dudas, si resulta que el político se arrepiente y no quiere “colaborar”.
El marketing del narcotráfico es uno de los más bien diseñados del mundo y el encargado de ello es el “mafioso”, claro que es el que más lucro se lleva del negocio, en algunos casos el dueño del negocio es él mismo, en otras es apenas un testaferro, pero en ambos casos se encuentra en el mismo patamar del propietario, es otra condición innegociable, el mafioso debe tener “Status”, si no nadie lo respetará, si es o no es el dueño del negocio, solo él y el dueño verdadero lo saben.
Así que ya saben, el día que quieran un “Gerente de marketing de peso” contraten un mafioso. Lo que no significa en absoluto que los profesionales de marketing sean mafiosos, la cosa es al revés, el mafioso es un profesional de marketing. Solo para dejar bien en claro la cosa, no sea que aparezca alguien y me quiera acusar de “difamación y calumnia”
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