Las publicaciones de denuncias de fraude, de corrupción son el pan de cada día de los periódicos y las emisoras del país, sin embargo parece no despertar en la población ninguna respuesta cívica que busque la moralización político-económica del país.
Se denuncian las cosas pero queda en eso, no hay un revuelo nacional, mucho menos en la esfera internacional, habida cuenta de que existe un parlamento latinoamericano y un parlamento del Mercosur, cada uno con sus reglas de ética y buen desempeño. Pareciera que estas instancias fueran creadas al solo efecto de dar una falsa imagen de integración, que de hecho no existe, ejemplo de la manera con que las dos potencias tratan al Paraguay en su relación internacional (cierran las fronteras para los productos agrícolas cuando quieren, son exigentes con las fiscalizaciones dejando que productos perecederos se pudran en la frontera a causa de la burocracia).
Grandes y elocuentes discursos del deseo de una América integrada y fuerte en boca de los gobernantes en los actos oficiales son el pan diario, sin embargo no se ponen en marcha los mecanismos para una integración real en bien de todos, principalmente del pueblo en general, causa y destino de los gobiernos en el mundo, cualquiera sea la tendencia político-económica de cada uno de ellos.
A este descaso hay que agregar la inoperancia de los encargados de relaciones exteriores, lo cual agrava el grado de desigualdad en el trato, o sea en el fondo tambien es culpa de nuestros gobernantes
Fraudes electorales, injerencia del Presidente de la República en las campañas proselitistas de los candidatos del partido de gobierno descuidando sus obligaciones de Jefe de Estado, parece no molestar a nadie.
Fraudes electorales, injerencia del Presidente de la República en las campañas proselitistas de los candidatos del partido de gobierno descuidando sus obligaciones de Jefe de Estado, parece no molestar a nadie.
Hace falta rabia, revuelta ante tanto caos. No podemos quedarnos callados ante estos desmanes.
El descubrimiento de la narco ganadería en el Norte, la red de corrupción manejada por extranjeros desde sitios como la cárcel en Brasil, deben ser hechos que deberían llamar la atención de la opinión publica nacional e internacional de modo a instar a la ciudadanía a velar por sus propios intereses como la defensa de una justicia independiente, la moralización de la labor legislativa y el cumplimiento de la constitución nacional en el ejercicio del poder ejecutivo.
El sistema educativo verticalista, manoseada por políticos nombrando a personas absolutamente despreparadas en los cargos de catedráticos conducen a una formación mediocre lanzando al mercado laboral profesionales de bajo nivel y con un analfabetismo funcional altamente visible. En muchos casos los diplomas son “donados” a cambio de favores políticos, ello lanza al mercado profesional persona sin ningún conocimiento de la profesión en la cual “se graduó”.
Cuando un miembro del gabinete presidencial es denunciado con mucha insistencia en los medios se lo saca de donde está se lo nombra en otro cargo, con el mismo salario, luego de pasada la tormenta se lo vuelve a nombrar si no en el mismo ministerio a otro con la misma o mayor relevancia, lo que hace que la impunidad sea como el cheque en blanco para desviar fondos, sobre-facturar obras o, lo que es peor, robar directamente sin ningún pudor.
Entretanto hay un carácter en el paraguayo que es loable destacar: su manera de llevar su propia miseria y opresión, con dignidad, no la llora a los cuatro vientos, la vive y la supera con su propio ingenio.
El escándalo de la falta de vacunas contra la Fiebre Amarilla, epidemia que ya se ha cobrado vidas, es uno de los ejemplos mas actuales de este carácter, ante esta falta rápidamente divulgaron por radio una formula natural (vaso de agua con 4 dientes de ajo machacado y colocado al sereno) este ingenio es como especie de grito de libertad, como diciendo “no importa, yo sé cuidarme solo”. Por hablar de la fiebre amarilla es una epidemia que ya no debería existir, los gobiernos deberían estar preparados, en pleno siglo XXI estas enfermedades siguen cobrando vidas, no por otra cosa sino por la desidia y falta de visión de los gobernantes, que no hicieron otra cosa sino enfrascarse en campañas proselitistas en la búsqueda de un nuevo periodo de poder. La población se manifiesta sin embargo el gobierno no se ha dado por aludido por este hecho, dejaron que las vacunas se vencieran sin haberlas aplicado en el tiempo correcto, para prevenir la epidemia, hoy que se deflagro el mal no hay vacunas.
Es una verdadera vergüenza y el presidente debería ser llamado en su atención a nivel internacional, sin embargo hasta los periódicos de nivel callan, entonces da la sensación de que somos un País olvidado.
Las grandes luchas sindicales a nivel periodístico no son destacadas, los periodistas siguen trabajando, bajo el yugo de una patronal subordinada solo a intereses económicos, muchos de los periodistas trabajan sin seguridad social, jamás se ha escuchado que un periodista se haya acogido al privilegio de una jubilación decente, incluso no seria nada exagerado decir que ninguno se ha jubilado, algunos se enferman y son los compañeros los que tienen que hacer campañas de solidaridad para recaudar fondos para asistirlo. Todos los gobiernos se han dedicado a denigrar la labor del periodismo, buscando acallar sus propios desmanes, ninguno se preocupó, ni siquiera en su campaña proselitista, mencionar alguna tarea conjunta en pro de mejorar las condiciones de trabajo de los comunicadores sociales, conste que Nicanor Duarte Frutos fue periodista y conoce profundamente las vicisitudes de los mismos, sin embargo es el que más duramente los ha atacado, podría hasta decir que con la misma saña de Stroessner, solo faltó apresar a periodistas y cerrar periódicos, lo demás lo hizo con la misma técnica de aquel entonces, privilegió a medios que lo ensalzaban, discriminó y atacó a los que no le chupaba las medias. Le tienen tanta fobia a la comunicación social que incluso llegaron a intentar cerrar foros y sitios de internet bajo la excusa de que éstos servían para cometer delitos.
Hace falta que nos miren desde afuera, que vean nuestros dolores, que griten con nosotros, talvez así los próximos gobiernos se sientan un poco mas vigilados y trabajen un poco mas por este País.
LA LIBERTAD DE PRENSA ES LA UNICA HERRAMIENTA CAPAZ DE SOSTENER LA VERDADERA DEMOCRACIA. Velemos por la ética en el ejercicio de la profesión, pero también velemos porque el trabajador de la comunicación sea tenido en consideración en sus derechos sociales y laborales. Hay miles de denuncias por difamación contra periodistas, gran parte de estos pleitos son ganados por los políticos haciendo de las querellas contra periodistas una verdadera industria que rinde buenos beneficios a los políticos, aun no he escuchado una denuncia que lleve al político a pagar una indemnización al periodista atacado, en algunos casos incluso físicamente.
No va ser callando periodistas como desapareceran los malos manejos de los estamentos del Estado, es mas eso hara crecer el nivel de impunidad y por ende el grado de corrupcion y violencia.
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