Ser un refugiado nunca fue ni será un privilegio para nadie, es una situación muy triste. Aquí en la distancia uno se da cuenta de cuán mal administrado está el País de uno, no importa cuál.
El que huye de la guerra, no entiende porque sus hermanos y compatriotas pelean por una cosa que al final de la historia no les pertenecerá jamás, en la distancia uno se da cuenta de cuan estúpida es una guerra, sea cual fuere el motivo.
El que huye del hambre, no entiende cómo en su País hay tanta hambre en cuanto de este lado las cosas se tiran a la basura, y cada bocado llevado a la boca es un pequeño peso en la conciencia, pensando en quienes siguen sufriendo el hambre en aquel otro rincón.
El que huye por decir su verdad, aquí puede quedarse mudo, aun asi dentro de su alma el grito de LIBERTAD siempre martillará de mil maneras, es una fuerza más allá de nuestra fuerza de voluntad, es espontáneo, no recibe órdenes, no acata leyes hechas por los hombres, está mucho mas allá de la cordura humana, no entiende porqué si hay leyes que debían ser aplicadas en bien de todos, se aplica solo para unos pocos, porqué si los políticos suplican por votos luego oprimen y roban de todo, hasta la conciencia y la dignidad de sus conciudadanos, solo con el afán de enriquecerse y hacerse poderoso, para seguir oprimiendo. No entiende porqué, si en su País hay tantas personas dignas y capaces, los cargos de relevancia caen en manos de gentes incapaces, analfabetos funcionales y de pésimo carácter.
Los Países que crean situaciones de Asilo deberían ser penados, pecuniariamente. De este modo los gastos del asilado correrían por cuenta de su propio País entendiendo que otro País no puede arcar con gastos sociales que le corresponden a otro, sería como sacarle la mamadera al propio hijo para dársela al hijo del vecino.
Otra de las cosas que he visto, que me pareció extremamente contradictorio es que la mayor parte de los cargos para atención a los refugiados son ejercidos por refugiados. Esto podría parecer positivo, pensando en que el refugiado le entenderá en su situación al otro que acaba de llegar, no es asi, en muchos casos hay, incluso, una especie de xenofobia por parte del funcionario. Por ejemplo, cuando no hablas el Francés, simplemente te dice ‘’Je ne comprend pas’’ (no le comprendo, o, no le entiendo) y asunto solucionado, váyase con su lamuria a otra parte.
Ser refugiado es lo mismo que ser mendigo en casa ajena, los tratados internacionales son muy buenos, pero eso es papel, en la práctica es muy diferente.
Entiendo que el refugiado debería tener un tratamiento diferenciado, no digo privilegiado, no se le debería humillar obligándolo a aprender el idioma local, ese debe ser un deseo nacido del mismo refugiado, considerando que él no eligió la situación ni el lugar, creo que se los debería asilar según su lengua de origen, o por lo menos en uno que él hable, de esta forma su inserción social sería mucho mas fácil y hasta podría ser útil a la misma sociedad en la que se esta insertando, su capacidad profesional no vería afectado por la barrera del idioma.
Lo que detesto de esta situación es que te humillan diciéndote que, debes buscar trabajo, pero antes debes aprender el idioma, tú le dices, yo no vine aquí a buscar ventajas, yo vine aquí por seguridad, claro que cuando todo este bien, cuando venga mi familia conmigo, voy a buscar trabajo pero ahora no me interesa, vuelven a insistir, debes buscar trabajo, pero antes debes aprender el idioma.
Yo quiero aprender el idioma, por una cuestión de Status, pero no quiero que me humillen ofreciéndome trabajos que ni los franceses quieren hacer (yo lo haría de cualquier forma pero no obligado), yo quiero ejercer un trabajo en el que me sienta útil y bien, acorde a mi edad y capacidad física, aunque gane menos.
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