Por Marzha Navarro (Embajatriz paraguaya en Costa Rica)
Hace unos días recibí en mi facebook, casi como en forma clandestina, una pequeña nota de una paraguaya que necesita ser atendida por nuestra embajada aquí en Costa Rica.
Ella debería llamar a la embajada, debería presentarse y registrarse. Es un derecho y una obligación. Podría hablar con cualquier funcionario o diplomático, pero ella buscó la vía indirecta, la tangente, la distante, porque ella tiene miedo!! Es un síndrome, una fobia, que en algunos casos creo no tiene explicación.
Una amiga Brasileña, estando en la Ciudad de México, donde residiría, vio de pronto la Bandera Brasileña, era el Consulado del Brasil, fue una emoción inexplicable, dijo, y tan grande que ella sin pensar entró, exclusivamente para saludar a su gente, pero llevo una patada tan grande también, que realmente salio llorando y desde entonces paso a temer la institución.
Conocimos un paraguayo que casi todos los días iba a la embajada para charlar y tomar cocido, contar chistes, leer los diarios, a veces también hacia chismes sobre la gente de la colonia…
También conocí y vi temblar, las victimas del terror, las personas perseguidas por la dictadura, y por la Operación Cóndor, que se acercaban a la Embajada solamente por extrema necesidad, muchas veces por muerte de parientes cercanos y la necesidad urgente de ingresar al Paraguay. Necesitaban “laisser passer” dejar pasar – era un documento expedido para personas que no tienen pasaporte, y no lo tenían porque el sistema los arrancaba violando brutalmente sus Derechos Humanos o porque salieron huidos desesperados del país, sin NADA.
Para ellos irse a la Embajada representaba un desgaste emocional tan grande que ni se como no colapsaban, muchas veces vi mi esposo decir, calma, calma…
Por ultimo, existen también aquellas personas que temen la embajada porque simplemente no conocen su significado.
La embajada representa al país, al Estado, al Gobierno y a la Nación, la cultura Paraguaya. Esta para promover y velar los intereses del país y proteger sus nacionales, es el contacto entre países amigos, los socios comerciales, es punto de referencia para otros gobiernos y extranjeros que necesitan informaciones o relacionarse con empresas o instituciones de nuestro país. La Embajada es amiga, es de paz, de solidaridad, de servicio, de progreso y de hermandad. Es así y tiene que ser así.
Por lo tanto, va un desafío de amiga, enfrente, no tenga miedo de su embajada, adelante.
Marzha Navarro
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