Cuando digo que, parte de, la prensa busca manipular sentimientos y situaciones, no lo digo en broma. ¿Quién me asegura que el tema del EPP no sea más que una cortina para que la gente no se preocupe de otros temas más candentes que solo interesan a la oligarquía seudo política criolla?
El pueblo Horqueteño, pacífico, hasta indolente si se quiere, de repente “vive” toda una pesadilla a causa de la “explosión fallida” de una bomba que, según lo aparecido en la prensa, pertenece al EPP y es, además “la más sofisticada” de las que hasta hoy ha utilizado dicha facción “cuasi terrorista”
La gente está centrando su atención sobre este tema, es necesario lo sé, pero no hay que olvidar que hay otros temas mucho más importante que siguen dilatados, gracias a estas maniobras mediáticas, como la de la aprobación del IRP, la puesta en vigencia de la reforma agraria y, la más importante, las expropiaciones de propiedades rurales en manos de terratenientes, que fueron “adquiridas” gracias a influencias políticas o de otras maneras absolutamente ilegales.
Todas las propiedades, potencialmente productivas, destinadas a la reforma agraria, deben estar en manos de los pequeños productores (o sea los campesinos sin tierra) no hay otra alternativa. Lo que pasa es que si eso se lleva a cabo, varios militares retirados, políticos de la época de la dictadura y sus actuales “herederos” se verán despojados de tan “preciado bien” adquirido sin ningún esfuerzo, ni físico y mucho menos económico.
De aprobarse el IRP y ponerse en marcha la reforma agraria INTEGRAL, los actuales legisladores, (políticos diversos en general, sin distinción de banderías políticas), más los grandes especuladores inmobiliarios y financieros, verán volar de sus manos el principal sustento de sus riquezas y pueden acabar formando parte de los que son apenas “Mboriahú Ryguatã” (pobre sin hambre)
Por eso ambos sectores están el uno al lado del otro, por eso se alían, tienen intereses comunes y poderes paralelos, ambos se chantajean.
Los legisladores tienen el poder de aprobar o desaprobar leyes, los financistas necesitan deshacerse de ciertos “estorbos” legales. La cosa es así de simple, pero la gente no debe enterarse, y para eso hay que financiar “cortinas de humos” aunque eso cueste la vida a algunos. Es lo que llaman “Daños colaterales”
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