Es hora de que nos pongamos de acuerdo, alguien tiene que tocar la alarma, es imposible que sigamos por ese rumbo, el País necesita salir del atolladero y esa no es tarea de un solo hombre, es trabajo para todos los que paraguayos que quieren realmente el cambio.
Vamos a ponerle el hombro al País, vamos a denunciar a quienes están secuestrando, siguen matando impunemente haciendo de nuestras ciudades verdaderas tierras de nadie, a los parlamentarios que solo traban los proyectos del ejecutivo, parlamentarios que recortan presupuestos solo porque no van a tener acceso como antes para desviar esos fondos. Le cortaron el presupuesto al que ya no tenia casi nada, para que Lugo aparezca como un gran fracaso.
El Presidente Fernando Lugo necesita de la mano de todos, es imposible que él solo pueda arreglar una casa que estuvo “abandonada” por más de 60 años. Los parlamentarios deben ponerse a trabajar por el Paraguay y no apenas por sus propios intereses políticos o económicos.
Es cierto que Lugo se equivoca en algunas cosas, pero no podemos negar que está haciendo cosas que en otra época hubiera sido imposible. Jueces sorprendidos “in fraganti”, militares siendo barridos, policiales corruptos sacados del cuerpo policial. Cierto es que aún queda mucho por hacer pero se está caminando a pasos seguros.
Aquí quiero hacer una pequeña reflexión, vamos a pensar con mucha calma en lo que a “diabolizar” se refiere, ya hemos vivido demasiado tiempo diabolizando demasiadas cosas, por nuestra ignorancia sobre los temas. Nos enseñaron que el comunismo era sinónimo de muerte, de crímenes, en fin. Para empeorar el panorama nos enseñaron que el socialismo era también comunismo.
El comunismo es un sistema que nunca funcionó, como gobierno, sin embargo hay que recordar que los beneficios sociales, (salarios, vacaciones y horas justas) que hoy disfrutan los mismos que critican la izquierda, fueron logros innegables de los partidos de izquierda, entre ellos el comunista. (Los partidos de izquierda son muy buenos opositores en otros países)
Yo creo que aquí debe haber un equilibrio de política, en partes iguales, buscar un casamiento entre el socialismo sin diabolizar al capitalismo y unir el capitalismo sin atacar al socialismo.
¿Qué sería del capitalista sin la clase obrera? ¿Qué sería de la clase obrera sin el capitalista?, ambos se necesitan para lograr sus objetivos. Un capitalista que no cuida de su mayor “capital” irá a falencia muy rápidamente ¿Cuál es su mayor “capital”? La mano de obra que produce. ¿Qué es el obrero sin el patrón? Nada.
Seamos más inteligentes, no nos dejemos llevar por las “propagandas” que nos quieren “enchufar” los nostálgicos que hoy están en la llanura (gracias a Dios)
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