Lamento tener que contradecir a nada más y nada menos que a Darwin en su teoría de la evolución.
Lo que pasa es que mirando lo que pasa en mi querido Paraguay, quiero pensar que en estos momentos se está dando una “involución” antes que una evolución, no quiero ser demasiado atrevido como para ir un poco más lejos y decir que en realidad parece que el mono desciende de nosotros, porque eso sería insultar al mono (sé que el chiste no tiene gracia, pero es la verdad)
Uno de los medios de prensa paraguaya viene atacando despiadadamente a Lugo, no le da tregua para nada, Lugo se queda en su molde, como dirían los argentinos, el último ataque editorial del mismo periódico dice que Lugo miente al decir que nadie le tiene paciencia, porque, según el mismo diario, a ningún Presidente se le tuvo “tanta paciencia” (sic).
Algunas personas que comentan en esos artículos insisten en tratar al Presidente de cualquier cosa, sin considerar que esos comentarios son leídos en cualquier parte del mundo, los lenguajes utilizados en esos comentarios son mucho menos que primitivos, propios de gentes que no tienen argumentos sólidos para acusar, apenas la rabia o la envidia infundada de quien está pichado o pichada.
Ya lo dije una vez, lo repito aquí: La ignorancia no mata, solo hace vivir mal.
Lo que duele es que esta ignorancia no es accidental, sino folklórico, aquí se está aplicando la famosa “Ley Ñ” (Ñembotavy) del paraguayo, ya lo dijo alguna vez un escritor paraguayo “Nuestros compatriotas tienen la virtud de hacerse el desentendido cuando le conviene” y en este caso prefieren hacerse a la idea de que el compromiso del cambio solo le atañe al Presidente, que el proceso de cambio no pasa por él, que él no es sino un mero espectador de lo que pasa, no quiere asumir que el mayor culpable de que las cosas sigan tal cual es cosa de cada uno de los ciudadanos paraguayos que habitamos dentro y fuera del País y que soñamos un Paraguay distinto.
Cada ciudadano “exige derechos” pero no se responsabiliza de “sus obligaciones”, no se preocupa en leer, informarse en “varias fuentes” (no apenas en aquella que le conviene), no busca “erradicar” la corrupción, quiere siempre sacarle “ventajas” a todo. No quiere “pagar impuestos” no sabe que un País que no recibe impuestos no puede asistir a su pueblo, es la ley del reparto justo de las riquezas.
Algunos “comerciantes especuladores” buscan “diabolizar” la aplicación del IRP (Impuesto a la Renta Personal) para no pagar sus impuestos y seguir lucrando a costa de la explotación y la necesidad del pueblo paraguayo.
Ningún cambio es posible si no hay sentido común en el parlamento, si la justicia tiene gente atornillada que obedece a intereses políticos antes que a la justicia propiamente dicha.
Es hora de pensar en eso. Que necesitamos evolucionar, sino quedaremos en el atraso otro medio siglo más
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