El ejército popular del pueblo, para mí, no es más que la réplica de aquella vieja banda de “cangaços” o bandoleros nordestinos, brasileños, liderados por Virgulino Ferreira da Silva, más conocido por “Lampiâo”.
Estos personajes, que existieron de verdad, conocían perfectamente los montes y sus secretos, sabían qué árbol podían usar para alimentar o curarse, sabían donde esconderse y manejaban como nadie las armas, un tanto rústicas en la época. Asaltaban, secuestraban y robaban a los estancieros. Decían luchar contra los latifundistas, tomaban venganza por mano propia. Claro que eran odiados y amados al mismo tiempo, casi igual a estos de ahora. Digo casi porque éstos no pueden ser AMADOS para nada, puede ser que tengan algunos “adeptos” a sus ideas, pero amados no serán nunca.
Los supuestos “guerrilleros” autodenominados Ejército del Pueblo Paraguayo no son sino unos rejuntados que están manipulados por un grupo político con el fin de desestabilizar al Estado Paraguayo, no solamente a Fernando Lugo. A esta altura se preguntarán en qué se basa mi “hipótesis”: Los verdaderos “guerrilleros” tienen un ideal y varios “principios cívicos morales” que fundamentan sus luchas, éstos “guerrilleros” versión Paraguay, se nota que son unos improvisados y logran ciertos éxitos gracias a que el aparato represivo es aún más improvisado, prueba de ello es la declaración del “jefe policial” que dijo que la granada era un “caza bobos”, con esa declaración dejó sentada que la policía paraguaya no está preparada para una intervención como la que se dio en aquella ocasión. Un policía medianamente preparado hubiera verificado antes el entorno de la camioneta y desconfiaría de cualquier trampa.
Un medio de comunicación, abiertamente contra Lugo, está lanzando la idea de sacar al ejército a la calle, con eso los parlamentarios se sienten con fuerza para “apoyar” esa idea. ¿Cuál es el objetivo de ese pedido? Simple, supongamos que Lugo ordene al ejército salir a la calle. Asustados, los secuestradores de Zavala, matan al ganadero y con eso el pueblo apoyará el juicio político a Lugo; que para eso tuvo que morir alguien no importa, se lo tendrá como la “bandera” y punto.
Fernando Lugo PROMETIO a la familia Zavala tomar prudente “distancia” para salvaguardar la vida del secuestrado, eso significa que estaba dejando a la familia Zavala a negociar libremente con los secuestradores. Sacar al ejército ahora sería lo más imprudente.
Estos parlamentarios que están amenazando a Fernando Lugo con un juicio político, están dando de narices con la actitud tranquila de Lugo, luego ya verán el resultado.
Ahora más que nunca debemos pensar en sacar al ejército a la calle, como se hace en los países desarrollados y toda la ciudadanía se siente tranquila, nadie critica ver a un militar fuertemente armado correr en las estaciones de metro, o en los lugares de mucha aglomeración. Con esa presencia uno puede sentirse seguro. Errores se cometerán siempre, lo que hay que evitar es que estos errores tengan secuelas demasiado graves.
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