El próximo Domingo se vienen las elecciones. La población se debate en la duda, unos porque no saben por quien votar, otros porque no saben cual es el menos peor.
Los candidatos se pierden en peroratas sin sentido y sus discursos no tienen un mensaje "audible", los spot publicitarios, antes que esclarecer, dejan una espesa nebulosa a la platea ansiosa por una respuesta que los ayuden a decidir. Quedan como náufragos sin tabla de salvación o un barco sin timón. Están en el mar, pero a la deriva, levantando las manos queriendo llamar la atención para que alguien les tire un salvavidas. Los que tienen el salvavidas estan muy ocupados en mirar a la multitud que los aplaude y les hacen vivas, sin ningún motivo, pero les hacen hurras y les dicen Vivas, ellos se sienten fuertes y ni idean tienen en buscar las respuestas a las preguntas de la gente.
Ese es el mayor problema de los candidatos, con discursos populistas, prebendaristas o simplemente vacios de todo, no presentan proyectos.
No hablan de una reforma educativa, agraria, económica o de cualquier otro orden. Pasmen los lectores pero eso tiene una explicacion sencilla: el paraguayo común, en su gran mayoria no tiene la menor idea de lo que significa la palabra reforma. Cuando se habla de reforma, lo primero que viene a su mente es "Cambio", pero no entra a preguntarse que tipo de cambio es la reforma, amén de que la palabra reforma en economia, no es simplemente cambio: Es un proceso que necesita tiempo, atención y disciplina. Estos tres elementos requieren cuidado y técnica.
La carrera política en nuestro País no tiene una base idealista o doctrinaria, los que están en la política están para tener el poder, hacerse ricos a costa de sobrefacturación de obras, desvio de fondos, tráfico de influencias y otras perlas. Entonces siquiera podemos decir que el ciudadano que ya ejerció el poder por 4, 7 o 100 periodos ha adquirido experiencia politica; ha adquirido sí la experiencia para saber mimetizarse en cualquier "carpa", de saber callarse ante una acusación que no puede rebatir, dar "un tiempo" y aparecer de nuevo cuando la polvareda se haya calmado, otros ya son mas osados, siquiera se esconden; asumen con orgullo sus desmanes, como enviando el mensaje de "Yo mando aqui y ustedes cállense".
Fué casi un año de preparación para cada candidato que no estaba en el poder, y cuatro años para el que estaba en el poder, sin embargo, parece que siquiera han empezado a pensar en diseñar una campaña política seria y responsable. Todos, incluido los nuevos, cayeron en la misma perorata del insulto y las acusaciones. Aunque el oficialismo tiene un arma muy poderosa el del "Chaque" "si nos ganan..................." "Ustedes van a perder sus puestos" y todos los otros chaques posibles.
En un año de campaña, no he oido un proyecto que valga la pena prestarle atención. Lógicamente la indecision tiene una explicación, no hay credibilidad en la clase política; no hay una educación cívica constructivo-positiva. Seguimos a oscuras, a la deriva; náufragos sin una tabla de salvación.
Ojalá el Domingo cambie el panorama y nazca una nueva era para el Paraguay.
Los candidatos se pierden en peroratas sin sentido y sus discursos no tienen un mensaje "audible", los spot publicitarios, antes que esclarecer, dejan una espesa nebulosa a la platea ansiosa por una respuesta que los ayuden a decidir. Quedan como náufragos sin tabla de salvación o un barco sin timón. Están en el mar, pero a la deriva, levantando las manos queriendo llamar la atención para que alguien les tire un salvavidas. Los que tienen el salvavidas estan muy ocupados en mirar a la multitud que los aplaude y les hacen vivas, sin ningún motivo, pero les hacen hurras y les dicen Vivas, ellos se sienten fuertes y ni idean tienen en buscar las respuestas a las preguntas de la gente.
Ese es el mayor problema de los candidatos, con discursos populistas, prebendaristas o simplemente vacios de todo, no presentan proyectos.
No hablan de una reforma educativa, agraria, económica o de cualquier otro orden. Pasmen los lectores pero eso tiene una explicacion sencilla: el paraguayo común, en su gran mayoria no tiene la menor idea de lo que significa la palabra reforma. Cuando se habla de reforma, lo primero que viene a su mente es "Cambio", pero no entra a preguntarse que tipo de cambio es la reforma, amén de que la palabra reforma en economia, no es simplemente cambio: Es un proceso que necesita tiempo, atención y disciplina. Estos tres elementos requieren cuidado y técnica.
La carrera política en nuestro País no tiene una base idealista o doctrinaria, los que están en la política están para tener el poder, hacerse ricos a costa de sobrefacturación de obras, desvio de fondos, tráfico de influencias y otras perlas. Entonces siquiera podemos decir que el ciudadano que ya ejerció el poder por 4, 7 o 100 periodos ha adquirido experiencia politica; ha adquirido sí la experiencia para saber mimetizarse en cualquier "carpa", de saber callarse ante una acusación que no puede rebatir, dar "un tiempo" y aparecer de nuevo cuando la polvareda se haya calmado, otros ya son mas osados, siquiera se esconden; asumen con orgullo sus desmanes, como enviando el mensaje de "Yo mando aqui y ustedes cállense".
Fué casi un año de preparación para cada candidato que no estaba en el poder, y cuatro años para el que estaba en el poder, sin embargo, parece que siquiera han empezado a pensar en diseñar una campaña política seria y responsable. Todos, incluido los nuevos, cayeron en la misma perorata del insulto y las acusaciones. Aunque el oficialismo tiene un arma muy poderosa el del "Chaque" "si nos ganan..................." "Ustedes van a perder sus puestos" y todos los otros chaques posibles.
En un año de campaña, no he oido un proyecto que valga la pena prestarle atención. Lógicamente la indecision tiene una explicación, no hay credibilidad en la clase política; no hay una educación cívica constructivo-positiva. Seguimos a oscuras, a la deriva; náufragos sin una tabla de salvación.
Ojalá el Domingo cambie el panorama y nazca una nueva era para el Paraguay.
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