A mi hijo Pedro - 25 de Abril

Quince Años.........

Quince años, quien diría hijo, hace quince años, una mañana de domingo, recibía la información de que habías venido al mundo, aquellos 80 Kilómetros que me separaban de ti y tu madre fueron los más largos de mi vida, quería que el micro no parara en ningún lugar.

¿Que sentí? No me lo preguntes, en aquel trayecto me iba imaginando tu rostro, como me sentiría al verte tan cerca de mi cuerpo, me preguntaba si sabría cargarte en mis brazos, que palabras diría a tu madre para agradecerle la honra de ser la madre de un hijo mío.

Quince años hijo; hoy te pido perdón, por haberte imaginado diferente, por haberte querido diferente; eres mi orgullo hijo, no lo dudes…… pero te pido que me comprendas, nunca asumí responsabilidades, tú y tu madre fueron las primeras. Amo tanto a tu madre que siempre quise una nena que se pareciera a ella y se apegue a mí, pero viniste tú primero y te convertiste en lo más importante de mi vida, a veces tu madre me regañaba, porque decía que te daba mas atención a ti que a ella. Te llevaba a todas partes, eras mi chiche, me sentía orgulloso cuando alguien decía que eras muy lindo, me sentía orgulloso. No sabes las noches que no dormí aquella vez que te internamos en un hospital, yo de allí no quería salir, tenía miedo que alguien te robara de mí, o que despertaras llamando por mí, ni tu madre sabe de esto, te lo digo hoy, para que sepas cuánto te quiero.

Quince años hijo; un frío en la barriga me hace estremecer, hay un miedo en mi ser de padre, miedo de que llegue el día en que me digas “Papá: he decidido casarme” o “Papá, iré tras mis sueños……”

Quince años hijo, los cumplirás sin mi presencia, no sabes cuanto me duele esta situación, no me condenes hijo, lo que hice, fue pensando en ti y todos los que sufrimos bajo el yugo de la injusticia, algún día lo entenderás.

Solo una cosa te pido en este día: Ámate a ti mismo, respétate a ti mismo, si aplicas a tu vida estos dos principios, no te causarás daño ni los causarás a los demás, amándote a ti mismo, buscarás la felicidad haciendo felíz a los que te rodean, pues nadie cuyo entorno no sea felíz puede ser felíz, nunca tengas vergüenza de asumir cualquier trabajo, todos son importantes y nobles, cuídate de no absorber los malos consejos, la vida no es fácil, nunca esquives los obstáculos, tómalos como un desafío y recuerda tras un fracaso puede haber un triunfo, incluso una derrota puede ser un triunfo, depende de ti, de cómo lo veas. Cuando veas a una mujer mírala como a una madre, una amiga o una hermana, nunca juegues con los sentimientos de los demás, cuando lo hagan con los tuyos no condenes, piensa que talvez los otros no conocen al amor como tú los conociste con tu madre.

Sobre todo que sepas que te amo, y que, en esta soledad, tu imagen me acompaña y me fortalece, perdóname porque no fui un padre presente, perdóname los regaños, perdóname si no jugué contigo al fútbol o no te pregunté que sentías cuando amanecías triste y huraño.

Solo me resta decirte FELICIDADES HIJO MIO Y GRACIAS POR ESE HONOR DE SER TU PADRE