Por fin llegó el día en que Álvaro Uribe deja el cargo a su sucesor, esa es la palabra exacta, SUCESOR, en este caso no habrá alternancia, Santos es secuencia de la política uribista de la para-militarización de Colombia. Pero ése no es el tema que aquí me ocupa. En realidad estoy preocupado con Hugo Chávez que ahora dice “retomar” las relaciones con Colombia, eso significa que su “Embajador” volverá a Bogotá y el de Colombia a Caracas. No es la primera vez que se da este cruce de embajadores, lo que significa un enorme gasto para ambos países.
Yo tengo la solución para este problema, que no creo que vaya a terminar tal como están las cosas. La solución que propongo es una “Embajada Rodante”, si mi querido lector en tren de decir disparates, como lo hacen estos dos personajes, lo que aquí propongo no es tan mala solución.
Es que este tema resulta tan tragicómico que se parece a las peleas de pareja en que la esposa, toda vez que discute con el marido, decide ir a la casa de su madre, dos días después “pensándolo bien” vuelve valija en manos a su casa junto a su marido, en este caso la solución sería que tuviera un ropero siempre listo en la casa de la madre, así no habrá necesidad de llevar ni traer valija cada vez que hay peleas.
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