Los débiles siempre buscan los defectos de los otros, porque con eso se sienten “justificados”, lo mismo que los fracasados solo ven lo que el otro ha hecho mal, simplemente porque ellos se sienten incapaces de tomar esa responsabilidad y con el fracaso del otro se siente “perdonado”.
Esto es lo que está pasando en el parlamento nacional: solo ven y critican los errores de Lugo (errores bastante relativos si se los mira con detenimiento), porque lo que quieren es: desviar la atención de la población hacia otro “culpable”, sin que ellos mismos se hagan un mea culpa, conste que ellos son realmente los verdaderos culpables de lo que nuestro país está pasando.
Lastimosamente tenemos una población muy manejada y manejable, no hemos aprendido la independencia de criterios porque, la mayoría votante, somos analfabetos funcionales, es decir sabemos juntar las letras y hacerlas sonar correctamente, lo que no sabemos es lo que realmente significa en el texto y el contexto. Por eso cualquier persona que hable en términos más o menos complicados nos embauca fácil.
La prensa se aprovecha de eso y los que quieren seguir teniendo los privilegios de antes sin hacer ningún esfuerzo hacen de todo para que todos sigan tan ciegos como en los tiempos del oscurantismo político, los tiempos del pa’í ma he’í; no hay nada que pensar ya todo está escrito. Además nos aislamos en excusas como “no es mi problema…” “no me voy a complicar la vida…”
La oligarquía cleptomaníaca plutocrática se afirma en el poder porque nosotros no les exigimos una rendición de cuentas. Siempre nos enseñaron que ELLOS eran las autoridades, nosotros los borregos soldados que solo debemos obedecer, nunca nos dieron nuestros derechos democráticos, ellos nos la robaron y la usaron para enriquecerse a costilla de nuestras pobrezas y nuestras necesidades, siempre tuvimos que rogarles a los “caudillos políticos” una migaja del gran banquete que nosotros les hemos proporcionado.
La DEMOCRACIA ES EL PODER DEL PUEBLO por tanto el pueblo es el único soberano en este sistema de gobierno; eso significa que los que son VOTADOS POR ESE PUEBLO para ejercer el poder de ADMINISTRAR los bienes públicos tienen la obligación de rendir cuentas detalladas, claras y verdaderas, sin demagogias ni terminologías confusas, además deben estar sujetos a las críticas y los juicios populares, aceptar cuando son reprobados, tanto como cuando son aplaudidos.
Ninguno de los que dicen representarnos lo están haciendo gratis, mucho menos por patriotismo, en realidad creo que esa palabra ni siquiera debe ser mencionada aquí. Ellos reciben altísimos salarios, descaradamente indecentes frente al exiguo salario que recibe un albañil, que ni siquiera tiene seguro médico, jubilación ni nada parecido. Disculpen la comparación, pero haciendo una evaluación rápida y grosera veremos que el albañil produce mil veces más que el parlamentario.
Es un pensamiento mio.
1 comentario:
Interesante artículo, sr. Galeano. Interesantes reflexiones y ver que las cosas funcionan también tan mal en otros lugares del mundo.
Saludos desde España
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