QUEREMOS CAMBIAR NUESTRO PAIS, PERO NO QUEREMOS CAMBIAR NOSOTROS”

El título de nuestro diálogo de hoy no es mero capricho: en increíble cómo queremos cambiar a los demás y a las otras cosas, pero no nos atrevemos a cambiar NOSOTROS mismos. Cambiar nosotros mismos es rever nuestras prioridades, nuestras reglas de vida, nuestra relación con nuestro entorno (sea social, económico o cultural)
Nunca nos preguntamos hasta qué punto banalizamos los valores morales y las buenas costumbres cuando su cumplimiento afecta nuestras ganancias. Nos defendemos con las palabras más demagógicas que se haya podido inventar “Yo sé que es ilegal, pero todo el mundo lo hace”, “Además si yo no lo aprovecho, otro lo va a hacer”
Es inevitable decir que es urgente que nos reeduquemos: cívica, social y moralmente.
Cívicamente, porque tenemos que dejar de VOTAR para empezar a ELEGIR. Para ELEGIR, hay que conocer lo que cada facción política ofrece como “alternativa” y de lo que, cada candidato, es capaz de realizar. Analizar y comparar la FACTIBILIDAD Y LA SUSTENTABILIDAD de cada proyecto político partidario de cara a las elecciones o campañas proselitistas. Analizar cada miembro del partido o facción política, conocer a profundidad el pasado de cada candidato. Conocer profundamente el significado de las palabras: DEMOCRACIA, PLUTOCRACIA, ABSOLUTISMO, DEMAGOGIA, POPULISMO, IMPACTO SOCIAL, ESTADO, INMEDIATISMO, SUSTENTABILIDAD, CORPORATIVISMO, SOCIEDAD DE CONSUMO, DEUDA EXTERNA, PRESUPUESTO GENERAL DE GASTOS. Cada una de esas palabras hace parte del quehacer administrativo y político del escenario del poder del Estado.
Socialmente necesitamos entender que TODAS las personas que HABITAN nuestro entorno hacen parte del ESTADO y que ese Estado necesita INCORPORARLOS a la sociedad, como persona con derechos indivisibles, es lo que es un ESTADO DE BIENESTAR SOCIAL, esto incluye Salud, Educación, Seguridad y Salario digno para todos.
Moralmente, porque necesitamos entender que si en un Estado existen funcionarios corruptos, es porque hay una sociedad corruptora. Si hay coimeros, es porque hay quien coimea; si hay ladrones, es porque hay gente que compra objetos robados.
Mientras tratemos estos ítems de forma subjetiva y de acuerdo a nuestras conveniencias, siempre tendremos un país enfermo, una democracia frágil y un Estado ausente.