Es increíble
como los paraguayos seguimos SUMISOS a otras personas, sean connacionales o
extranjeras, por pequeñas sumas de dinero o a cambio de favores.
Valga esta
introducción para hablar de un ciudadano, de nacionalidad peruana, radicado en
los Estados Unidos que, según un artículo aparecido días atrás, en el diario La
Nación, fungía de político Colorado, con fuerte influencia entre los políticos
paraguayos (esto último según el mismo ciudadano)
Resulta que el
paraguayo siempre le da mucho más valor a un extranjero que a su propio
conciudadano, y eso incluso en el ámbito profesional. Como a mí me encanta
“preguntar” “investigar” las cosas, por ahí me llegó, en un correo electrónico
la grabación de una entrevista al mismo sujeto, hecho en una emisora de propiedad
de paraguayos residentes en los EE.UU., luego de escuchar esta grabación, me
quede pensando cómo es que los mismos paraguayos le dan todo ese espacio a un
ciudadano que se pasó todo el tiempo, supuestamente, denunciando un hecho
impersonal (nunca mencionó el nombre de la persona que denunciaba), luego lanzó
una velada amenaza de denunciar a las autoridades pertinentes al propietario de
otra radio, mencionando el número de la placa de su vehículo y amenazándolo con
pedir la investigación de sus remesas al Paraguay, cuando el tal Luki termina
de hablar, el locutor que estaba al mando del programa termina por felicitarlo
por su coraje de decir la verdad. Entonces me pregunté, ¿Cuánto cobró el tal
locutor para permitir tal abuso? O, peor aún, qué tenía el tal peruano contra
el locutor en cuestión para “obligarlo” a alabar su persona. En el artículo
aparecido ayer en el Diario La Nación, acabé por entender el asunto, el tal
peruano es un ciudadano que vive de la inocencia de los migrantes paraguayos
que le creen su supuesta influencia, basados en las publicaciones que él mismo
se encargaba de conseguir con algún “cronista”, luego, munido de esos
“recortes” iba a las sedes partidarias sacándose fotos con las autoridades,
“prometiendo ayudas” que nunca llegaban (alguien me sopló que, incluso, llegó a
prometer el envío de vacunas contra el dengue, cosa que no existe). El
ciudadano éste, con las tales fotos se decía amigo del tal político y amenazaba
a cuantos encontraba en su camino para lograr su objetivo, amedrentar a otros
incautos,
Es hora de que
los migrantes seamos unidos, ya no nos dejemos amedrentar o explotar por
personas sin escrúpulos que se aprovechan de la inocencia y el desconocimiento
de recién llegados, deseosos de tranquilidad.
Antes de
terminar de escribir esta nota, ya me contaron que el Tal Luki, ya tuvo una
contra denuncia en la Corte, pero no se presentó pues, según otra fuente, no
tenía las pruebas para “confirmar” lo que él había denunciado y tampoco contaba
con los elementos necesarios para refutar la contradenuncia
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