Quienes ya odiaban al Presidente Fernando Lugo hoy se regodean escuchando todos los improperios y murmullos que se lanzan contra él.
Probablemente todos sabían de la existencia de este hecho, pero la hipocresía los hizo callar, el hecho era más sabroso cuando era comentado en “voz baja” y de oído a oído, el mercado del chisme estaba, como siempre lo estará, bien lleno de argumentos, que daban lugar para “divagar”. Divagar, murmurar es más sabroso, mejor aun si el sujeto de las murmuraciones era un Obispo, hoy Presidente.
Nadie cayó en la cuenta de dos detalles interesantes: Creo haber “oído por ahí” que esta misma chica ya fue preparada para presentarse ante un debate, al que Lugo no se presentó porque fue avisado media hora antes del programa; significa que ya había gente sabiendo del hecho (hablo de gente de afuera=periodistas y otros) antes de que Lugo fuera electo Presidente. Este rumor no es nuevo, porque los abogados “esperaron” hasta ahora para sacar a la luz la demanda. La chica cuando se desdijo de su denuncia ¿No habrá sido porque la idea de denunciar no partió de ella sino de sus abogados? Mi humilde deducción, maliciosa hasta si se quiere, me dice que los abogados esperaron hasta ahora porque denunciar a un “Presidente de la República” les redundarían más beneficios que denunciar a un simple ciudadano, por más Obispo que sea.
Fernando Lugo es un ser humano, la Iglesia es una “Institución”, la vocación un sentimiento un tanto ambiguo a veces. Siempre digo que somos animales racionales, seres sexuados, que actuamos por instintos; conquistar un “cura” es un sueño de no pocas féminas y en esa conquista ponen todo su empeño; es una guerra desigual, no hay “macho que aguante” el coqueteo de una hembra por más firme que sea su vocación de fidelidad, o celibato como es en este caso, su instinto animal siempre hablará más alto.
Tenemos que dejar de ser cínicos, hablar de este tema con mas altura, más de la mitad de los varones que siguen este tema y hoy condenan a Lugo tienen “Ta’yra Okara”, que no están reconocidos, es una cultura muy enraizada en nuestra sociedad. Lo que pretendo decir con esto es que así como estos abogados se empeñaron en denunciar a Lugo “en defensa de los derechos del niño”, lo hagan también con las centenas de millares de niños no reconocidos que hay por el País.
Yo nomas digo lo siguiente: si de verdad pensaron solo en el derecho del niño, entonces sus honorarios no son tan importantes, entonces que donen parte de esos honorarios a la Casa Cuna Carlos Santiviago.
Apenas una idea.
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