Un amigo mío escribió algo para los diarios de Paraguay, una entrevista, sería la primera con un contacto personal entre un periodista paraguayo y yo, ya he dado varias entrevistas telefónicas a medios de Paraguay. Este periodista resalta mi situación actual y todo lo demás, la respuesta desde Asunción no se hace esperar, “Aquí hemos hecho manifestaciones en su favor porque lo creíamos muerto” “Había sido estaba de parranda”.
Quiero desgranar estos dos conceptos; ¿Significa que por estar vivo no merezco una oportunidad de explicación?, ¿Es decir que tenía que estar muerto para que mis denuncias, probadas en cientos de publicaciones en todos los medios de comunicación del País, tengan validez? ¿No valieron los gritos de todas las personas que pidieron el esclarecimiento de varios crímenes que han quedado impunes en la zona de Yby Yaú? Yo “podría” ser un mentiroso, pero por mas mentiroso que sea jamás podría engañar a tanta gente, lo que quiero decir es que cuando la prensa asume esta actitud esta tildando a toda una población de mentirosa, no solamente a mí.
Dicen que estaba de parranda; pregunto ¿Quiénes fueron los que “inventaron” esa posibilidad?, les respondo: apenas aparece la publicación en Última hora una patota de los Nicanor-Magdalenistas, puedo darme el lujo de desconfiar que incluso fueron pagados por éstos para hacerlo, cuelgan una pancarta en una calle muy transitada de la Capital, todo para desvirtuar las denuncias y debilitar la campaña de los periodistas. Los periodistas, que se vieron acorralados por el grito de Nicanor, vieron que era mejor no llevar adelante la campaña, era mucho más fácil dar énfasis a lo que decía Nicanor, que yo era un mentiroso, total la gente de Yby Yaú no compra tantos diarios, mucho menos dan publicidad. Me llamaron de irresponsable, me acusaron de dañar la imagen del gobierno de Nicanor Duarte Frutos (como si él no se bastase para hacerlo) y la del País, la Fiscala Camila Rojas declara en la prensa que está haciendo todo lo posible para “encontrarme” y hacerme declarar. Los que decían que estaba de parranda siquiera se molestaron en averiguar o considerar que la publicación de Andrés Colmán Gutiérrez daba cuenta de que me habían encontrado en una situación de extrema precariedad. Yo tengo testigos de que TODOS LOS DIAS quería entrar en contacto con mi familia, incluso tengo un amigo que se ofreció para ir a Paraguay y contactar con mi familia, no lo hicimos porque no teníamos los medios económicos para hacerlo.
Ya lo dije una vez y lo vuelvo a repetir, por mi pueden decir lo que quieran, lo que me duele es que sigan pensando que soy un mentiroso y que no le hayan dado un seguimiento a tantos crímenes cometidos y que han quedado sin esclarecimiento. Luis Rocha está en su establecimiento “Lusipar”, no tengo la menor idea como se escribirá, Ximenes Pavâo, sigue viviendo cerca de Yby Yaú, la Senad los “sigue buscando” mientras yo padezco aquí la más dura soledad, mi familia ahora sufre la disgregación total ya que mi señora tuvo que dejar solos a mis tres hijos para llevarse a la nena y trabajar en una casa de familia, a lo mejor por un salario de miseria , lo que es peor, son acosados periódicamente por comentarios despectivos hacia mi persona, dicen que soy un cobarde, que estoy disfrutando en un País caro, mientras ellos están en la miseria.
Saquen mis queridos lectores sus propias conclusiones.
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