Acabo de leer la noticia de que el gobierno pone a disposición de la población un crédito para la construcción y reparación de casas. Excelente. Mi temor es que, a través de “chicanas” y padrinazgos, estos créditos sean otorgados a gentes que no necesitan, mientras que los que realmente lo necesitan siguen con sus precariedades. La información no da detalles de las condiciones que cada candidato debe llenar para acceder a dicho crédito, ni el interés que deberá pagar por dicho crédito.
No quiero ser aguafiestas, pero por experiencia y por saber que “muchos de los zorros viejos siguen en puntos clave de las instituciones públicas” me mueve a desconfiar y a llamar la atención de quienes deben fiscalizar este tipo de operaciones a favor de los más pobres, de modo que una acción social muy importante no se degenere y redunde beneficio solo a unos pocos como siempre ocurrió.
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