Llegar a “La maison des journalistes” fue una verdadera aventura, conocer nueva gente, nuevas costumbres, en fin. Esta casa que acoge a periodistas en situación de riesgo, a lo largo de su funcionamiento ya ha abrigado a mas de dos centenares de profesionales de la comunicación de todos los países del mundo.
Esta casa ofrece a sus “huéspedes” la oportunidad de tener, aparte del alojamiento, infraestructura para comunicarse con su familia, seguir escribiendo lo que piensa, apoyo sicológico, asistentes sociales que ayudan a tramitar los papeles, ticket de transportes, ticket para la compra de alimentos y una carta para llamadas telefónicas. Lo más importante de todo un curso intensivo de francés que nos ayuda a integrarnos y no sentirnos tan perdidos cuando salimos a la calle
La casa mantiene un periódico virtual llamado “L’oeil de l’exile” en la que cualquiera de los periodistas podemos exponer nuestras ideas y nuestras inquietudes, no importa nuestra lengua, siempre hay alguien con mucha voluntad para traducirlos tal como lo hemos escrito, conservando el espíritu y el sentido de nuestro dolor o alegría. Es decir nos da la oportunidad de seguir gritando al mundo nuestras verdades.
No puedo menos que agradecer a todos, todas y a cada uno y una de los que me apoyaron durante mi estadía en la casa, no menciono a nadie para no olvidarme de ninguno, solo puedo decirles gracias de todo corazón. Fueron los días más alegres de mi exilio, ya en ella obtuve mi carta de refugiado, ya en ella recibí mi primer RMI, hice grandes y muy buenos amigos que no me desampararon en la hora de necesidad.
Hoy somos como divorciados, la Casa sigue allí, yo tuve que ir a otro lado, pero todos los días la visito, todavía sigue siendo mi segunda casa, mi segunda familia, a veces hasta me equivoco y toco la cerradura de la puerta que fue mía alguna vez.
GRACIAS MAISON DES JOURNALISTES
Enrique Ramón Galeano
Periodista paraguayo
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