Sería muy importante que la ciudadanía saque sus propias conclusiones en lo que se refiere a la denuncia de un complot contra el Gobierno de Fernando Lugo. Esta denuncia tiene dos filos; por un lado, si es cierto, podríamos estar ante un nuevo “Marzo Paraguayo”, cuyos resultados podrían ser mucho peores que aquél; en caso de que sea una mera especulación, la cosa es mucho peligrosa y complicada de lo que podríamos pensar, ya que en ese caso estamos ante el síndrome del “chaque”, régimen bajo la cual estuvimos sometidos durante más de 60 años.
Visto desde cualquiera de los puntos de vista debemos tomar mucho cuidado para sacar conclusiones precipitadas; de todos modos debemos considerar lo siguiente: el Nicanor de hoy (según la entrevista para una emisora de Asunción) no es el verdadero Nicanor, este Nicanor comedido, tranquilo y con declaraciones muy acertada no es el que nos gobernó por varios años, entonces concluyo que estamos ante una verdadera estafa; había dos Nicanores y nos gobernó el peor de ellos, o sea que elegimos al Nicanor que hoy escuchamos hablar pero en su lugar nos gobernó un impostor. Peor aún, este impostor todavía no quiere aceptar que ya no es gobierno, que ya no tiene aceptación política ni pública. Para tratar de demostrar que su sucesor no es apto para gobernar y que solo “el partido colorado es el único partido que puede responder a las necesidades del pueblo paraguayo”, buscan los medios para que Lugo no tenga éxito.
Basta de este tipo de estupideces, nuestro País ya no puede perder tiempo ni gastar dinero en salarios de Legisladores que no hacen otra cosa sino trabar pelearse entre ellos, retrasando los estudios de proyectos importantísimos para el despegue del País, además, con este tipo de hechos no hacemos más que impedir que inversores extranjeros vengan al País.
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