Por Luis Alfredo Collado.
Fuente: El Noticiero
El Presidente Fernando Lugo visitó la comunidad paraguaya residente en New York. El mandatario del Paraguay fue recibido por cientos de personas en la cancha número uno del Flushing Meadows Park donde varios líderes cívicos y comunitarios le expresaron su respaldo.
Casi todos los oradores coincidieron en manifestarle la necesidad de que se apruebe una reforma constitucional que establezca la doble ciudadanía y el voto en el exterior.
Algunos le reclamaron seguridad para las remesas que envían a sus familiares, garantías para invertir en su país y que se elimine la burocracia Estatal.
Le advirtieron sobre las deficiencias en el servicio consular donde supuestamente hasta discriminan a los ciudadanos que hablan Guaraní.
El presidente Lugo escuchó directamente las quejas y planteamientos que le hizo la comunidad paraguaya de los Estados Unidos a través de sus voceros, los que generaron prolongados aplausos siempre que se referían a los temas que eran de interés colectivo.
Un Presidente atípico
A diferencia de otros mandatarios latinoamericanos que traen una escolta numerosa con una agenda reducida a su discurso en la ONU y una conferencia de prensa en el mismo edificio de ese organismo internacional, donde por lo regular quienes hacen las preguntas son los mismos periodistas que le acompañan.
Lugo por el contrario optó por reunirse con su gente al aire libre en una cancha de futbol. Su escasa seguridad personal parecía estar confiada que como en sus años de obispo se iba a dirigir a una feligresía.
Escuchó a todos los oradores con atención, siempre estuvo tomando notas de lo que decían aunque al final no hizo ningún compromiso en concreto.
Al finalizar su discurso disfrutó de un colorido espectáculo de bailes típicos paraguayos, se levantó de su asiento y estrechó las manos de todo el que encontró a su paso, regresó por el borde de las barreas de contención abrazando a muchos y posando para las cámaras que nunca cesaron de dispararle flashes.
Su visita a Queens parecía un encuentro entre viejos amigos y vecinos.
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