Fue en Suiza. Los profesores notaron que algo andaba mal con Hansi un niño de 9 años, su ropa estaba mal cuidada, sus cabellos muy despeinados y no participaba en clases, algunas veces faltaba o llegaba ya para la hora de almorzar. Los profesores comunicaron al Estado y este investigo.
Descubrieron que la criatura convivía en condiciones infrahumanas cerrada en un departamento con padre y madre absolutamente alcoholizados.
Encarados como enfermos, los pacientes fueron internados inmediatamente y Hansi llevado a un chequeo general de su salud física y mental.
Buscando el bienestar de la criatura el Estado encontró a penas a una abuela ya en un asilo de ancianos sin posibilidades de asumir la crianza, pero la misma informo que la madre del niño tiene una hermana que vive en Sudamérica, en la República del Paraguay. El Estado Suizo envió a Hansi y lo mantiene subsidiando la familia que lo acogió. Al principio el sufrió mucho.
Me gustaría que la opinión pública paraguaya supiese que hoy Hansi es un niño feliz y que cada 15 de agosto, en su colegio, es muy emocionante verlo cantar, con alegría e inocencia, a la Patria y a las Madres que nos son las suyas…Pero el Estado Suizo esta aquí a su lado…
Marzha Navarro
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