Mirando el artículo de ABC color del 16 de Agosto pasado con el titular Nicanor falseó su declaración de impuestos acerca de su estancia me reafirmo en la tesis de que ni para ladrón servimos.
Lo que deduzco es que Nicanor siquiera pensó en la posibilidad de que podía caer del poder y que le podían hacer una investigación, su soberbia no le dejo pensar, estaba tan seguro en los brazos del poder que hasta parece que no se dio cuenta que el poder es del género masculino “El poder es macho, no es de nadie, no es responsable, seduce a cualquiera (cualquiera es femenino) y “cualquiera se deja seducir fácilmente por él”, hasta que “cualquiera” se crea su dueña o dueño y entonces lo abandona, para colmo es bisexual, no le importa el sexo de quien seduce y sodomiza.
Hoy que ya no está bajo el “techo” ni en los brazos del poder está desprotegido, sin nadie que lo defienda, el “Chapulín Colorado” también lo ha abandonado, porque se “aprovechó de su nobleza” no le supo conquistar, los que ayer le chupaba las medias hoy le comen los dedos, los que le hacían hurras y vivas hoy desean su muerte.
Triste destino de uno de los más emblemáticos Presidentes que tuvo el Paraguay, creo poder decir, con toda seguridad, que, después de Stroessner, fue el más odiado.
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