Que el esplendor y el lujo de la inauguración de los juegos olímpicos en Beijing, que sorprendió al mundo entero, no desvíe la atención de las muchas injusticias que están escondidas dentro de todo ese lujo.
Torturas, detenciones arbitrarias, muertes y exilios solo son parte dentro de ese lujo.
Que no nos quieran cambiar la mirada, que no nos quieran deslumbrar con todo ese lujo, incluso hoy en el día de la inauguración de los juegos Olímpicos hubieron muertes en protestas que fueron reprimidos violentamente.
Cierre arbitrario de medios de comunicación, prohibición de la libertad de culto, cierre y control absoluto sobre internet, son otra de las perlas de ese gran “lujo” de Pais.
Muchos periodistas destacaban la grandiosidad del País organizador de los juegos Olímpicos y no lo pongo en duda, nada más lejos de mi intención, solo que no quiero que nadie olvide las vidas que se cobran esa “supuesta grandeza” “en vías de la democracia”.
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