Hay todavía dos sectores altamente marginados, podríamos decir que incluso son considerados el cáncer, y maligno, de nuestra sociedad.
El sistema penitenciario de nuestro País es obsoleto, plagado de errores y falto de un gerenciamiento inteligente y capaz, los presos, condenados y no condenados son ante todo seres humanos que deben ser resguardados en sus derechos fundamentales como seres humanos, aun cuando sus derechos civiles y ciudadanos estén conculcados en función a la condena o proceso de condena que le fueron impuestos.
Explico: todo ciudadano procesado por cualquier delito queda exento de derechos ciudadanos, como su libertad física, derechos políticos como votar y ser electo para cualquier cargo público, en fin, claro que, en nuestro País, en la práctica estas reglas no rigen para los que son parte del poder del Estado. (Diputados, Senadores, Jueces y otros que tienen cargos pendientes en la justicia siguen tan libres e impunes burlándose de toda la población, peor aún, algunos de ellos tienen sus manos metidas en las decisiones judiciales y legislativas). Pero de eso hablaremos en otra ocasión.
Lo que no debemos dejar de mirar es la función social de la condena, en realidad deberíamos comenzar por cambiar la frase CONDENA en el caso de los reos primarios, resulta a mi modesto modo de ver como muy pesada, en realidad deberíamos usar solo la palabra PENA, pena que busque que el reo repiense sus actos y busque, por sí mismo, reencauzar su vida, lo que la institución penal debe hacer es AYUDAR a dar al reo los medios para que pueda REEDUCARSE con miras a su reinserción social y laboral, en algunos casos, inclusive, hay que mirar que el reo no pierda su condición de padre de familia, en caso de que lo sea, es más, uno de los ítems que debe ser mirado con mucha atención es exactamente su comportamiento en relación a su FAMILIA, sea cual fuere la que tenga, para considerar su reinserción. En síntesis, la cárcel debe tener una especie de Escuela politécnica que busque preparar y capacitar al presidiario para enfrentar su nueva vida cuando vea su día de libertad plena, el periodo de libertad condicional podría ser colocado como una especie de ensayo a la libertad plena, se podría buscar empresas que den espacios para colocar a personas en régimen de contrato temporal. La condición para acceder a este contrato es haber APROBADO el programa de reinserción social durante su encierro en el penal. Un reo es apenas eso, un reo; una persona que sufre una pena por haber cometido un delito y puede ser reinsertado en la sociedad.
Otro de los marginados son los que sufren del mal de Hansen, son los históricos “olvidados”, en Paraguay viven una Colonia con difícil acceso, en días de lluvia imposible, no fuera por los cuidados de las hermanas Vicentinas y la fundación San Vicente de Paul éstos estarían absolutamente abandonados, en la época en que visité esta comunidad, las monjas no contaban con lo mínimo para atender a los más de 50 pacientes que dependían directamente de la casa para su subsistencia, debido a las lesiones que el mal les causó en sus fisonomías, amén de la edad. Otros pacientes vivían en casas junto a sus familias y podían trabajar normalmente, sea en la chacra o en la cría de ganado de menor porte, para proveer de leche o carne a la colonia, en el fondo es un verdadero ejemplo de trabajo en comunidad, pero dolorosamente disgregado de la sociedad toda, muy al estilo del siglo V antes de Cristo. Aclaro que en este caso estoy hablando de mi experiencia hacia los años 1.992/95, algo pudo haber cambiado hacia los días de hoy. Los leprosos, son también seres humanos, también tienen derechos que deben ser resguardados.
Urge una política social más positiva e incluyente.
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