Vaya ironía, hace unos años era un pelagatos sin rastros y sin registros, hoy me encuentro lleno de pedazos de plásticos que encierran todos mis datos y me convierten en un ciudadano de primera.
Vaya ironía, plásticos que a otros permite endeudarse, a mi ni siquiera me deja ayudar a mis hijos en la distancia, pero los tengo, me da STATUS, vaya ironía.
Aquí todo es esa cosita de plástico: una para la puerta, otra para las compras para tener descuentos, una para enviar dinero y dos para la cuenta bancaria, no tengo un miserable céntimo, pero tengo los plásticos que suponen que tengo. ¡Vaya ironía!
Vaya ironía, plásticos que a otros permite endeudarse, a mi ni siquiera me deja ayudar a mis hijos en la distancia, pero los tengo, me da STATUS, vaya ironía.
Aquí todo es esa cosita de plástico: una para la puerta, otra para las compras para tener descuentos, una para enviar dinero y dos para la cuenta bancaria, no tengo un miserable céntimo, pero tengo los plásticos que suponen que tengo. ¡Vaya ironía!
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