Guerra mediática

La prensa en su cotidiano atacar a la gestión presidencial, destaca en una edición que el Vicepresidente de la República pide la derogación de la Ley 1.937 que regula el uso de agroquímicos en el campo y le da buen destaque al motivo del pedido de la derogación de dicha Ley, alegando que “Frena la producción”.

El control y la regulación del uso de agroquímicos y semillas genéticamente modificadas (SGM), es una Ley que está en vigencia en gran parte de los países del mundo, si uno se pone a buscar artículos referentes al tema se encontrará con millares que dan cuenta del daño que causa a la salud el uso indiscriminado de estos productos. En Paraguay, específicamente en Yby Yaú, mucha gente tuvo que vender sus propiedades para hacer frente a los gastos que demandaban el tratamiento de enfermedades de la piel que causaban la exposición a esos productos, peor aún ese es el mecanismo que utilizan los grandes latifundistas extranjeros para ir agrandando sus campos de cultivo.

No le defiendo a Lugo, ni estoy contra los periódicos que se empeñan solo en mostrar lo negativo de este gobierno, lo que quiero es que ya no nos quedemos subyugados por las manipulaciones que se dan en ese ámbito, no quiero que nadie se crea dueño de la verdad, son dueños de sus verdades, nada más.

Otra noticia que muestra la abierta “guerra mediática” contra el Presidente Fernando Lugo es la que dice “La ausencia de Fernando Lugo a la inauguración de la Expo es un insulto a los “productores” rurales”.

Primero que en la expo no están los verdaderos productores rurales, están las “Empresas” de productores, muchos de ellos con dudosa veracidad sobre su influencia positiva en la economía nacional, no necesitan de la presencia del Presidente para inaugurar la expo y mostrar sus productos. Además, ¿para qué quieren que vaya el Presidente Lugo a la inauguración de la expo, si le tenían allí a su aliado estrella que es el Vicepresidente? Si se les llegara a hacer una exhaustiva investigación a cada uno de estos “productores”, temblarían sus cimientos, la gran mayoría no cumple con las leyes ambientales, laborales y fiscales.